neverbot
    Piensa en algo hermoso

    Porque después del cabreo que me cogí por culpa de la canción del móvil, creo que prefiero pensar en algo más positivo.

    Jurgita Valts

    No seas tímido y acaricia la foto, que sé que quieres.

    Una tarde que jamás recuperaré...

    Tenía pensado hacer un millón de cosas diferentes esta tarde, pero un único e-mail ha sido el culpable de que la gastara en otras cosas:

    La canción dichosa es de Joanna Rubio y se llama We’re off to see the wizard. Agradecimientos a Patty que se molestó en buscarla y se ha acordado de ti para que te la dijese, para que luego digas que caes mal a la gente xD

    Bien, eso continuaba una conversación de ayer sobre la canción de un anuncio de televisión. Llegamos a la conclusión de que era una versión de la banda sonora de El Mago de Oz (la de Judy Garland). Sólo había que buscar un poco en internet para averiguar de quién era esta versión moderna y ya habían hecho ese trabajo por mí.

    Siguiente paso, conseguir el audio… Mmmmm, vaya, parece que el audio no están en ninguna parte, pero rápidamente encontramos el anuncio en youTube (a.k.a. El Vertedero de Tiempo). Echamos mano de la buena memoria, yo juraría que Javi Moya había hecho alguna extensión de Firefox para descargar esos vídeos (Por cada comentario mata a un gatito, así que mejor no decirle nada).

    Reiniciamos Firefox y listo. Nos descargamos un vídeo en formato flv. Vaya. Busco un reproductor de vídeos flv para ver si lo estoy haciendo bien, y doy con FLV Player (nombre muy original). Parece que se reproduce bien.

    “extract audio from flv” y varios términos de búsqueda más… tick, tack, pasa el tiempo y seguimos gastando la tarde. Replay Converter parece la mejor opción. Lo bajo, lo instalo, ups, da error. Reintento, vuelve a dar error. Sirve para hacer dos cosas y una no funciona. Desinstalo. FLV Converter parece que puede hacer lo que estoy intentando. No, vaya, no extrae el audio. Pero puedo convertir el vídeo con audio incluído a un formato mpeg que seguro que es más manejable.

    Sigo peleándome con Google y acabo encontrando un semi-manual con algunas indicaciones, parece que TMPGEnc puede extraer el audio. Descargo, ejecuto… no, esto no parece servirme. Sigo con la búsqueda y VirtualDub parece ser la siguiente opción. Guau, tiene una opción simple de guardar el audio como un archivo wav. De wav a mp3 hay un paso, así que lo hago.

    “convert wav to mp3”… parece que todo el mundo intenta siempre lo contrario, ¿seré el primero en intentar esto? O estoy teniendo mala suerte con las búsquedas o esto es más difícil de lo que debería. No encuentro ningún programa que me haga esto y me de un mínimo de confianza (que se descargue de un lugar que parezca serio, que no me instale otras tonterías innecesarias, que no venga con una estupidez de trial de 30 días… por favor, si para algo tan sencillo piensas que voy a pagar estás equivocado).

    Ups, un manual. Mira por dónde, si el manual sugiere que utilices uno de los plug-ins por defecto de WinAmp, que te permite dejar la salida del audio directamente en un archivo. Nullsoft Disk Writer Plug-in. Lo selecciono, toqueteo varias opciones y ahí está un maravilloso mp3. Uy. Que rápido suena. Me he pasado con la frecuencia. Trasteo varias veces hasta que se oye a su velocidad normal. Taraaaaaan.

    Utilizo el software que venía con el móvil para editar la canción ya en mp3. Seguramente tenga otro programa mejor en alguna otra parte, pero ya no tengo ganas de buscar más. Simplemente para recortar unos segundos al principio y al final con esto me vale.

    Conecto el móvil al portátil, subo el archivo, le doy a reproducir. Archivo corrupto. Mala suerte, lo intento de nuevo. Vuelve a estar corrupto, no puede ser. Vuelvo a copiarlo desde el móvil a otra carpeta del ordenador. Oye, de corrupto nada, se oye perfectamente. Llego a la conclusión de que mi mp3 está grabado con unas propiedades diferentes a las que admite el reproductor del teléfono móvil (un Motorola V3). No pienso perder más tiempo probando infinitas combinaciones cuando no sé cuales admite y cuales no.

    La tarde se ha ido. Una tarde que jamás recuperaré. Igualmente podía haber estado mirando a un semáforo, a ver si a partir de los primeros diez minutos las luces parpadean más rápido o no, hubiera sido igual de productivo.

    Moraleja:

    La película original es de 1939. Debería ser libre y patrimonio de la humanidad al completo. Igual que su banda sonora. Cualquier versión moderna de esa canción debería seguir siendo libre. Pero no lo es.

    La compañía que usa la canción podía dejarla en su página web para descargar, y tendría un tipo (yo) que le hace publicidad gratis llevándola en su móvil (“oye, ¿esa canción no es la del anuncio de tal?”). Yo respondería “si, es una versión de tal y de cual”. Pero parece que no han optado por eso.

    Han optado por crear una canción que probablemente nunca se comercialice bajo ningún formato, lo que hace imposible conseguirla si no es como yo lo he intentado. Además, los intentos de monopolización de mercados de las compañías grandes hacen que nadie pueda desarrollar herramientas decentes. “Abrir video, guardar audio como”, así debería haber sido mi tarea de esta tarde. Creo que todos habríamos salido ganando.

    Tendré que conformarme con tararearla. Al menos hasta que alguien comience a cobrarme por hacerlo.

    La ciudad del placer

    La ciudad del placer

    Acaricia la foto para verla más grande

    Esta imagen corresponde con una campaña publicitaria (desconozco si de un producto real o simplemente es una imagen para promocionar a su autor) de Dimitri Daniloff, cuyo trabajo recomiendo fervientemente. Si te aburres en el trabajo en estos apáticos días de Agosto ya sabes qué hacer.

    Hacer tonterías

    Marge, si cada vez que hago una tontería tú te vas a enfadar, no me va a quedar más remedio que dejar de hacer tonterías.

    Homer Simpson.

    Mi yo bueno y mi yo malo

    Porque una entrada seria de vez en cuando no va a hacer daño a nadie…

    El caso es que, a raíz del último post y de haber leído las últimas divagaciones de El sentido de la vida, he vuelto a darle vueltas a ciertos temas que parecen ser recurrentes en mi mente.

    Me hago mayor. Eso es una verdad incuestionable, al menos hasta que nuevos descubrimientos científicos hagan la existencia humana un poco más interesante o algún Dios decida manifestarse en plan serio y cambie las reglas del juego. Como ninguna de las dos cosas parece que vaya a suceder a corto o medio plazo, asumiremos que me hago mayor. Ya soy adulto. Ya no tengo carnet joven, pese a que cualquiera seguiría incluyéndome dentro del grupo demográfico de “gente joven”. Ya tengo un trabajo con un contrato fijo y puedo negociar una hipoteca. Y aún así soy plenamente consciente de que estoy en lo que considero la edad más difícil de todas, ese momento en el que las decisiones que tomes pueden afectar al resto de tu vida. Y con ese pensamiento en mente es muy difícil tomar decisiones sin equivocarse.

    Uno de mis yo me dice que aproveche el contrato que tengo. Que me comporte prácticamente como si fuera un funcionario (y si alguien es funcionario y se ofende, ya tiene dos problemas, enfadarse y desenfadarse), y que disfrute de un sueldo bastante por encima del mileurismo. Que sea un engranaje más, porque es muy cómodo que te paguen por tu tiempo en lugar de por tu trabajo real.

    El otro me dice que me arriesgue y me lance a hacer cosas por mí mismo, bien sea con gente conocida (proyectos no faltan) o bien en plan free-lance. Que utilice la capacidad que prefiero pensar que tengo en lugar de estancarme, porque dentro de un tiempo esa capacidad habrá desaparecido, o ya tendré otras obligaciones que me impedirán acumular el valor necesario para arriesgarme.

    Hace un tiempo compartía una gran parte de mi vida con una persona y un grupo de amigos que tenían un modo de vida bastante diferente al mío. Ya se sabe que los ingenieros somos bastánte endogámicos en lo que a relaciones sociales se refiere, por lo que conocer gente que no pase ocho horas diarias delante de un ordenador ya es un hito en sí mismo. Esa etapa coincidió parcialmente con unas interesantes vacaciones en plan sabático que decidí tomarme (ey, había terminado mi carrera y además llevaba varios años sin vacaciones, me lo merecía), lo cual hizo que cambiara radicalmente mis usos y costumbres, convirtiendo ese tiempo en una de las épocas en las que más he aprendido sobre mí mismo y sobre el mundo que me rodea. En aquel momento y con aquella influencia quizá me habría atrevido más a tomar este tipo de decisiones. Al final toda aquella gente acabó desapareciendo de mi vida (lo cual no tiene por qué ser ni malo ni bueno, simplemente constato un hecho), y ahora que la mayor parte de la gente que me rodea vuelve a ser… digamos, estándar, es más difícil oír cualquier opinión diferente de “anda, a ver si maduras que ya tienes una edad”.

    Al pensar en esa edad, uno de mis yo me dice que aproveche que aún soy joven, que tenga un amor esperando en cada puerto, cosa que tampoco es tan complicada tal y como está el mercado, y que huya de compromisos que sólo pueden hacer daño. El otro yo me pregunta qué estoy haciendo mal para no tener un anillo en un dedo.

    Uno de mis yo me dice que busque piso y empiece a pensar en cómo evolucionan los tipos de interés, porque éste es un gran lugar en el que establecerse. El otro que me olvide de una ciudad que en lo básico sólo me ha dado disgustos, y que me vaya por fin al extranjero, donde se vive mejor.

    Supongo que mi problema, y el que tenemos todos, no es tener varias opiniones enfrentadas representadas por un angelito y un demonio que nos dicen lo que debemos hacer (no, esas voces que sugieren matar humanos no, las otras). El problema radica en que no sepamos diferenciar cuál es el yo bueno y cuál el malo.

    Y mientras sigamos sin saber diferenciarlo, seguiremos dando tumbos torpemente sin entender muy bien qué hacemos exactamente en la vida, hasta el día en que lo sepamos y podamos considerarnos adultos definitivamente. O no.

    Creatividad en Excel

    Estaba charlando por messenger con Pin-Up Girl, cuando un pequeño pensamiento acerca de lo que hacemos en el trabajo y lo que deberíamos estar haciendo en la vida se ha cruzado en la conversación:

    [12:09] Pin-Up Girl: q asco de vida, toda la creatividad tirada a la basura
    [12:09] Pin-Up Girl: en un cuadro de excel

    Así son las cosas…

    Marvel Legends: HeroScape

    Hasbro parece tener una licencia para publicar juegos de miniaturas basados en el Universo Marvel. Han sido mostrados por primera vez en la reciente San Diego Comic Con, como un único set original basado en el juego HeroScape (y teóricamente compatible, aunque no recomiendan mezclarlos).

    Otros datos:

    • En las fotos aparecidas en heroscapers.com aparece como fecha de venta Enero de 2007, aunque en about.com hablan de noviembre de este mismo año.
    • Parece ser que Hasbro no se plantea ampliar el juego original (basado en 10 figuras no aleatorias) hasta ver qué tal se porta en el mercado.
    • A todo esto, ¿cómo se va a tomar Wizkids el hecho de que haya otro juego de figuras, basadas en la misma licencia, aparte de su Marvel Heroclix?

    Hasta donde yo sé, parece que estas figuras son de mucha mayor calidad que las de Heroclix que, aunque han mejorado mucho en las últimas expansiones, aún llevan el lastre de las horrendas figuras originales que aún recuerdan muchos potenciales compradores. Y, por lo poco que he leído sobre HeroScape, no se venden en packs aleatorios que es, con mucho, lo que más me ha molestado siempre de Heroclix.