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    The Sandman

    Porque acabo de leer la más hermosa de todas las historias que jamás haya leído, y no son pocas, necesitaba dejar un apunte. El cuento de cómo Harun Al Raschid, Califa de Bagdad, vende la ciudad al Rey Sueño, para que nunca, mientras dure la humanidad, sea olvidada.

    Porque tras sus ojos hay torres y joyas djinn, alfombras y anillos y demonios salvajes, reyes y príncipes y ciudades de bronce.

    Ojalá la gente que allí vive pueda soñar con lo mismo, aunque no pueda leer a Neil Gaiman ni a P. Craig Russell.

    Así me siento

    Daniela Uhlig

    Otro día que no tenga nada que hacer ya explicaré de dónde sale la imagen. Ahora voy a sentarme mirando al techo esperando a que pasen cinco minutos.

    La diferencia sexual en el análisis de los videojuegos

    “En el caso de Paper Mario, los estereotipos se multiplican. Mario es el héroe. El secretario de Toad así lo expresa casi desde el comienzo del videojuego: nos sentimos más seguros cuando Mario está en la ciudad. Es el que resuelve los problemas, las situaciones más complicadas. Si la princesa es raptada, será él, el hombre el que irá a solucionar el problema. Es el héroe individual. La fuerza colectiva no sirve, son los individuos aislados, dotados de poderes excepcionales los que triunfan. Es el modelo capitalista, en versión de cuento de las Mil y una Noches”

    [Yo no puedo opinar que de Las mil y una noches sólo me he leído algunos relatos sueltos, como el del bufón cornudo que quiere cortar los testiculos de los tres amantes de su mujer pero acaban haciéndose todos amigos, la del tio que se tira un pedo tan fuerte que tiene que huir del pueblo, o la de la discusión de dos jóvenes sobre quien debe acostarse con el hombre que han estado calentando toda la noche, pero sí dicen que eso se parece a Mario Bros digo yo que será verdad].

    El primer párrafo es uno de los del ya famoso estudio de no se qué leches sobre los videojuegos y la cultura macho, que de tantas cosas que he leído y de tantas barbaridades que parece llevar dentro, ya he decidido empezar a pensar que es algún tipo de hoax muy elaborado,

    El segundo es uno de los comentarios que van haciendo en Adlo!, que no tienen desperdicio, concretamente uno en este post. Recomendable la Web y recomendable la serie de entradas sobre este tema. Nunca aburren.

    You have to fight

    You’re not your job. You’re not how much money you have in the bank. You’re not the car you drive. You’re not the contents of your wallet. You’re not your fucking khakis. You’re the all-singing, all-dancing crap of the world.

    Tyler Durden en Fight Club (El club de la Lucha), Película de David Fincher, Libro de Chuck Palahniuk.

    Últimamente estoy muy “Generación-X”, así que tras Douglas Coupland creo que debería apuntar hacia Palahniuk, del que aún no he leído nada pero he oído buenas cosas. Y aunque no venga a cuento, acabo de acordarme de que he visto una edición muy barata de Soy Leyenda de Richard Matheson, así que probablemente los dos caigan en mi próxima visita a una librería.

    En la noche más oscura

    In brightest day, in blackest night No evil shall escape my sight Let those who worship evil’s might Beware my power, Green Lantern’s light!

    En el día más brillante, en la noche más oscura, el mal no escapará de mi vista. Aquellos que adoran el mal que teman mi poder, la luz de Linterna Verde.

    Juramento de los Linterna Verde.

    Bonito, ¿no?

    Usuarios de internet

    We’ve heard that a million monkeys at a million keyboards could produce the complete works of Shakespeare; now, thanks to the Internet, we know that is not true.

    Robert Wilensky.

    Una complicada vida sencilla

    “Sólo quiero una vida sin gilipolleces.”

    Alta Fidelidad.

    Es Sábado por la noche, son las tantas de la mañana y he gastado (estoy gastando de hecho) la madrugada en ver películas, una detrás de otra sin parar. He escogido mal el tema de fondo de todas ellas, de forma que he creado algun extraño hilo conductor argumental. En todas, antes o después, la chica aparece en el portal del chico, coincidiendo con alguna hermosa canción de fondo, y creando una extraña situación, una única oportunidad, en la que todo parece ser posible si consigue hacer que sea el corazón el que hable por él. Parece ser que yo tengo una increíble facilidad para esto último, pero la premisa inicial aún no me ha ocurrido con nadie. Nunca.

    Supongo que las cosas no suceden así en el mundo real.