Porque acabo de leer la más hermosa de todas las historias que jamás haya leído, y no son pocas, necesitaba dejar un apunte. El cuento de cómo Harun Al Raschid, Califa de Bagdad, vende la ciudad al Rey Sueño, para que nunca, mientras dure la humanidad, sea olvidada.

Porque tras sus ojos hay torres y joyas djinn, alfombras y anillos y demonios salvajes, reyes y príncipes y ciudades de bronce.

Ojalá la gente que allí vive pueda soñar con lo mismo, aunque no pueda leer a Neil Gaiman ni a P. Craig Russell.