La felicidad nunca está fuera, en ningún sitio, en ningún atardecer frente a ningún mar, ni frente a una aurora boreal en Kiruna ni frente a un lienzo de Vermeer en el Rijksmuseum. Está muy dentro, muy hondo, pero nadie más que tú guarda las llaves de ese cofre.

Un cofre.

Aprovecho para recomendar Nada Importa, la newsletter de Jesús Terres, a quien leo ahí y en otros sitios desde hace ya unos cuantos años.