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    ¿Que X-Men eres?

    Cíclope

    Cíclope (en las películas)

    Dedicated and responsible, you will always remain loyal to your cause. You are a commanding leader - after all, you can kill someone just by looking at them.

    Power: force beams from your eyes.

    Con sólo cinco preguntas… el mejor de todos los X-Men. Haz el test.

    Aunque lo cierto es que había un trillón de imágenes mejores para utilizar como resultado del test, por encima que la del bastante poco carismático James Marsden.

    Elementos compartidos de Iván Alonso

    Si no me equivoco, en este enlace podéis ir viendo los posts que vaya marcando como compartidos (por ser interesantes) según los vaya leyendo día a día en Google Reader. Obviamente nada de los contenidos que ahí aparezcan son míos, por supuesto.

    Google, llevando el splog automatizado hasta sus casas desde 2008.

    Google saca conclusiones sobre mis amistades

    Al menos eso parece, porque hoy al abrir Google Reader me he encontrado con la posibilidad de compartir mis feeds con otras personas de mi lista de contactos de Gmail (pero especificando una lista distinta a aquellos con lo que puedes chatear).

    Amigos en Google Reader

    Parece ser que ha ido sacando conclusiones acerca de con quién me escribo y con quién no, y ha empezado a sugerirme que comparta las suscripciones con un indeseable indocumentado que suele comentar por aquí.

    Actualizado: Parece ser que el indeseable indocumentado se encontró con esta (aparentemente nueva) funcionalidad ayer, me añadió, y Google ha empezado a decirme cosas desde entonces. No son tan listos entonces.

    Marca Player: Opinión tras leerla durante media hora

    Marcaplayer #1

    Varios puntos a tener en cuenta: no me ha interesado leer absolutamente nada. Ni los artículos, que es lo que suele salvar otras revistas del sector. Entrevistas insulsas y mal traducidas. Muchas cosas sacadas de páginas web (ign, akihabara blues… para eso no compro papel). Notas (*sigh*). Notas por encima del ocho en el 90% de los casos (¿qué esperábamos?).

    Publicidad por todas partes. Publicidad de algunas cosas y algunos juegos lamentables, como si fuera una mala página web con anuncios contratados a una empresa de marketing sin muchos conocimientos. Logotipos de Burguer King cada cuatro páginas… un despropósito.

    Y dejo para el final lo más interesante: el diseño gráfico. Madre de mi vida. Me recuerda los tiempos de “aprendamos a hacer una página web en geocities en diez minutos”, pero en una revista impresa. Tipografías escogidas sin ningún criterio.

    Diseños cutres e incluso de aficionado al photoshop. Maquetación de página muy confusa, que no deja muy claro a dónde hay que mirar o qué parte de la página es más importante (tardé un rato en encontrar de qué consola era una reseña, por poner un ejemplo).

    Creo que hay dos opciones: o bien el jefe de diseño de esta revista no debería dedicarse a esto o bien yo no tengo el más mínimo criterio.

    Una compra y no más, Santo Tomás.

    He ido a comprar el número de este mes de la Edge y he visto que el primer número de la nueva revista de videojuegos Marca Player ya estaba allí. La he comprado, como dictan los cánones del buen consumista videojueguil, y ya os contaré qué tal. La verdad es que a priori no tengo la más mínima información acerca de ella… no sé quienes escriben, qué línea editorial (traducido: edad mental del público objetivo) tendrá, ni absolutamente nada.

    Tiene el mismo formato (con lomo) y tamaño que la Edge. Curioso.

    Gracias sean dadas al hacedor por el botón Marcar todos como leídos de Google Reader. Además así veo que he aprendido a controlarme, no necesito leer todas mis suscripciones.

    He vuelto de mis primeras vacaciones (de duración mayor a un puente) en más de un lustro. Tengo unos cuantos posts medio preparados, pero sobre todo una gran idea es la que ha rondado mi mente en los últimos días: ¿cómo puede ser que no haya encontrado una sola wifi abierta en toda Roma en ocho días?

    Un turista más

    Esta noche me marcho una semana a Roma, así que es bastante obvio que los posts sobre mongoladas se verán apartados un poco del ritmo diario.

    No me llevo ordenador, ni creo que tenga acceso a uno, así que probaremos las funcionalidades del iPhone desde allí. Intentaré ir escribiendo algunos posts a modo de blog turístico, contándoos alguna cosa que me parezca curiosa y adjuntando alguna foto si puedo.

    Metro de Madrid informa

    Como prueba este mismo post, a ver que tal queda.

    El síndrome post-vacacional no existe

    Asumámoslo. Es una tontería inventada por los medios de comunicación modernos para mantener a la gente feliz y contenta, pensando que la misma miseria que embarga su vida es compartida por sus congéneres, y que, por tener un nombre, es algo aceptable.

    Gijón en verano

    Mentira. El verdadero problema radica en que, tras unas vacaciones felices, la gente vuelve a la realidad diaria, y esa realidad no le gusta. El verdadero problema es que vuelve comprendiendo que desearía estar en otro lugar, haciendo otras cosas con otra gente.

    La revolución industrial cambió el mundo introduciendo algo muy novedoso, que era el trabajo con horarios. Y los horarios implican tiempo libre, implican tener tiempo que necesitas gastar con algo, bien sean tu familia, tus aficiones o la barra de un bar. Y el mundo moderno, donde todo está globalizado, nos enseña que existen otros modos de vida, que hay gente a quien su trabajo le gusta, empresas que entienden el concepto de compatibilizar horarios, parejas y familias que viven felices, sueldos que te permiten tener caprichos capitalistas y un largo etcétera que dependerá de la forma de cada uno de definir la felicidad.

    El caso está en que ahora estamos capacitados para darnos cuenta de que existen (o deberían existir en algún lugar) formas mejores de vivir que las nuestras. Durante nuestras vacaciones podemos atisbarlas y, a la vuelta, desaparecen.

    No es una buena práctica vivir semanas aburridas esperando a que llegue el viernes. Tampoco es una buena práctica aguantar meses de hastío esperando que llegue la libertad del verano.

    Si crees que tienes síndrome post-vacacional háztelo mirar, porque lo más probable es que simplemente estés viviendo una vida que no te gusta. Cámbiala. Quizá seas más feliz abriendo un bar en tu pueblo.