Ghost in the Shell es quizá la más conocida de las obras del japonés Masamune Shirow, creada originalmente en forma de tebeo allá por 1989, lo que viene a ser la prehistoria de los paradigmas del entretenimiento capitalista moderno, y tuvo al menos dos continuaciones en papel, con los subtítulos Man-machine interface y Human-error processor. Soy sincero si admito que su lectura no me pareció fácil en su momento, pero era joven y estúpido, y cualquier cosa levemente compleja habría planteado dificultades. La juventud (sobre todo) y la ignorancia (a veces) se curan con el tiempo, y quizás ahora les dé una relectura y descubra cosas nuevas. Recuerdo haber escrito un artículo para el ya extinto portal de literatura fantástica cyberdark.net acerca de las obras de este autor… pero miedo me da leerlo a estas alturas. Yo lo enlazo y cada uno que decida lo que crea conveniente.
Boma, Ishikawa, Batou, Motoko Kusanagi, Togusa, Saito y Paz, los protagonistas de Ghost in the Shell
Como mandan los cánones, Ghost in the Shell ha tenido adaptaciones al cine (de animación) en forma de dos grandes películas escritas y dirigidas por el especialista en ciencia ficción Mamoru Oshii – No sé si he quedado lo suficientemente esnob sacando a la palestra a un director japonés de género fantástico, pero mientras dudáis me atreveré a recomendar Avalon, otra obra suya mezcla bizarra de imagen real y cgi –. Como punto de acercamiento, podéis aprovechar que en 2008 se remasterizó la primera película y se rehicieron todos sus efectos computerizados, en lo que se tituló Ghost in the Shell 2.0.
En paralelo, ya basadas en argumentos originales, se crearon las dos temporadas de serie de animación realizadas por Production I.G., auténticos especialistas en su campo, con el título de Ghost in The Shell: Stand Alone Complex. Nuevamente con un argumento de Oshii, es aquí donde el metraje proporciona tiempo suficiente para desarrollar tramas más adecuadas a los conceptos abstractos que componen el trasfondo de esta franquicia multimedia.
Aquí Ghost in the Shell se muestra en toda su grandeza como la espléndida mezcla de género negro y ciencia ficción hard que es, en una sociedad cuyo desarrollo tecnológico bordea por fin el punto de la singularidad. Dos temporadas que engloban los casos de “El hombre que ríe” y “Los 11 individuales”, además de capítulos aislados, intercalados entre las tramas, que exploran facetas concretas del presente y pasado de los distintos personajes. He tenido la oportunidad de darles un revisionado durante las últimas semanas y no deberían faltar en la videoteca de cualquier aficionado a la ciencia-ficción.
Ambas temporadas han sido adaptadas de forma resumida a dos OVAs/películas (que no recuerdo haber visto en España), y existe una tercera titulada Solid State Society de la que he perdido las esperanzas de que llegue a nuestras tierras, y debe ser obtenida por otras fuentes.
Mientras esperamos el siguiente paso en el desarrollo de esta franquicia, podemos entretenernos con entradas de la wikipedia, como esta sobre la filosofía detrás de Ghost in the Shell, o podemos rezar para que no llegue a realizarse una película de imagen real, cuyos derechos tiene Dreamworks desde 2008.