Como decía el otro día, Disney hace una década que no hace nada ni mínimamente decente. Hoy al levantarme tenía que elegir entre seguir con mi plan de dominación mundial o ver la tele un rato, que es algo que últimamente ya no hago (normal, con lo que ponen), y opté por la tele. Haciendo zapping después de una película me dió por llegar a los canales de animación, donde hace mucho que tampoco hay nada interesante. Desde las Super Nenas y Samurai Jack en Cartoon Network no he vuelto a ver nada que me llame la atención. Y las Guerras Clon, claro. Las tres series creadas por Genndy Tartakovsky, da que pensar. Quizá lo único que se le puede acercar actualmente sea Kim Possible [tv.com], que es precisamente lo que estaban echando en Disney Channel.

Kim Possible

Al menos son series que no asumen que los espectadores son niños con problemas de desarrollo emocional, y mantienen un ritmo decente para que un adulto pueda verlas. Ya se sabe, la “sutil” diferencia entre “infantil” y “para todos los públicos” que los productores no suelen percibir. Ésta es para todos los públicos, y se deja ver bastante bien.

El malo de Kim, el Dr. Drakken, tiene como asociada al mejor personaje de la serie, Shego, que hace de contrapartida de la protagonista y acaba siendo la más interesante. De hecho en la primera película todo transcurre en un futuro donde Shego ha dominado el mundo y ha esclavizado a todos, incluyendo a su jefe Drakken.

Cuatro temporadas (lista completa), dos películas (la primera que os comentaba es genial) y seis videojuegos. La verdad es que sigue siendo una tontería como cualquier otra serie pseudo-infantil, pero tiene su gracia. Para una mañana aburrida de sábado es suficiente.