The cake is a lie
Aprovechando la llegada del sistema de juego online Steam a los ordenadores Mac, me hice con Portal por el fantabuloso precio de cero euros.
No lo había probado hasta ahora porque Half-Life me marea. Determinados juegos en primera persona, y aún no sé cuál es el punto en común (quizá algún modo de representar la perspectiva), me marean en cuanto llevo unos minutos jugando, y me hacen imposible disfrutar. Por desgracia me ha pasado con los Half-Life y los Metroid. Es lo que hay. Intenté arriesgarme con Portal por su “buen precio”, y no lo he notado tanto, aunque hacia el final los efectos ya estaban llegando. ¿A alguno más os pasa?
Defectos: ninguno. Es muy corto, cierto, pero no creo que sea un mecanismo que pueda alargarse indefinidamente sin llegar a ser repetitivo en exceso. En mi caso lo terminé en unas cuatro horas y poco, en una mañana de fin de semana. Por lo demás las mecánicas son perfectas, y el juego está muy bien revisado: perdí un rato en intentar “putear” al sistema a ver si podía transportarme a algún sitio imprevisto y aprovechar algún bug, pero no fue posible. Tiene un final perfecto, con ese trasfondo filosófico-barato-pero-gracioso de la tarta, y con el final idóneo para GLaDOS, la inteligencia artificial némesis (¿o no?) de la protagonista (como Samus, sorpresa, es una mujer).
El final ha tenido un cambio de retro-continuidad (en PC mediante un parche, en Mac únicamente existe la nueva versión) que cambia ligeramente el final añadiendo una escena más para encajar mejor con el próximo Portal 2. Y, ya que hablamos del final, adjunto la canción de créditos, la famosa Still Alive de Jonathan Coulton que tanto ha sonado, y que dice muchas cosas sobre ese final del juego.
Recomendable: sí, por supuesto. Este juego debería estar en cualquier lista de “Cien juegos que debes jugar antes de morir”.