Es probablemente la peor película por la que he pagado dinero por ver en un cine. Y he pagado por muchas.
Conociéndome, aquí irían media docena de párrafos quejándome de cada una de las cosas que me parecen lamentables de la película, y cómo no se salva en ningún aspecto, ni guión, actores, montaje, efectos, fotografía… ni nada. Ni en respeto a la figura original en la que se basa la película, si eso realmente debiera importar. Pero es que el despropósito es de tal envergadura que no voy a gastar bytes en eso. Todos los fallos habrán sido perfectamente visibles en las proyecciones de prueba del montaje, así que sólo cabe achacarlos a pura malicia. Si me dijeran que el director era Uwe Boll me lo habría creído.
Actualización al día siguiente: Vale, quizá he exagerado por la mala sensación que me llevé ayer. Quizá sólo es la peor del último lustro.