Empiezo a usar el plugin youtube with style, que se encarga de que los videos de YouTube embebidos dentro de un blog de WordPress tengan un aspecto un poco menos lamentable. En el equipo de YouTube la mera existencia de este tipo de plugins creo que debería servirles de notificación informal de que sus interfaces son… feas. Ahora os pongo algo para que veáis la diferencia.
- Porque flash es una plataforma horrenda que necesita todos los recursos de la máquina, y en móviles eso no es aceptable. Hasta en un equipo de escritorio el uso de procesador se dispara con cualquier cosa bajo flash.
- Porque va en contra del ecosistema de aplicaciones actual (aunque acepto que esto es discutible), cambiando el look & feel de forma que cada aplicación sea de su padre y de su madre, sin usar el API común de iOS.
- Porque destruye el sistema de capitalización de Apple. Y con tanta discusión sobre libertad al final quizá se nos olvida que el tema central es este… esa es la razón por la que existe el teléfono. Apple no lo ha diseñado y comercializado para que la gente tenga debates sobre la libertad en el software, sino para crecer como empresa y ganar cuota de mercado.
- Porque flash se diseñó para interfaces con ratón, no para interfaces táctiles. Y hay una diferencia bastante más grande de lo que parece, la misma que ha causado que ningún Windows Mobile haya servido para más que para dar vergüenza ajena (aunque tengo esperanzas en Windows Phone 7).
- Porque aparte de marketing y algún minijuego para web, no hay ningún sistema realmente importante que utilice tecnología flash. El 99’99% de las páginas web relevantes son plenamente funcionales navegando bajo iPhone sin necesidad de flash consumiendo batería. De hecho en mi caso el 100% de las páginas web por las que navego no utilizan flash.
¿Exactamente en qué momento pensaron que este símbolo era válido para Google Chrome? La conexión está verificada, el servidor verdaderamente es de Google, pero sólo para informar de que algunos de los componentes de la página podrían no ser igual de seguros, me saca una calavera roja, que más bien parece indicar que mi ordenador está siendo objetivo de algún tipo de mafia de Europa del este. Ya me ha dado mal rollo y me hace pensar que quizá debería dejar de utilizar Google Calendar.
No veo cómo a alguien podría interesarle que su propio navegador produzca miedo al navegar por su propia página web.
El libro de Eli (The book of Eli, 2010)
Es una pena, porque algo decente podía haber salido de aquí, pero se queda en una película de relleno sin mucha chicha. Denzel Washington al menos está algo contenido con respecto a sus últimos papeles, en los que se interpretaba a sí mismo, pero la historia no tiene misterio y es bastante difícil de asumir. Quizá la incredulidad no se llega a disipar nunca durante el metraje, a lo que no ayudan algunas escenas (pocas) de acción donde el protagonista parece un superhombre con sentidos aumentados. Prescindible. Seguramente en novela la historia sería mucho mejor pero, en contra de lo que yo creía, no existe una novela anterior y es un guión original. Ver para creer, porque hoy en día ya no existen guiones originales en las películas de alto presupuesto.
Exposados (The bounty hunter, 2010)
No tiene absolutamente nada por lo que merezca ser reseñada. Pasad de ella.
Salt (2010)
Hay quienes la han puntuado mucho mejor de lo que yo voy a hacer, porque le he visto demasiados huecos en el argumento como para pensar que es una obra seria. Sí es cierto que tiene sus virtudes, entre ellas algunos efectos-de-esos-que-no-parecen-efectos bastante reseñables: por ejemplo, si hay una toma con los jardines de la Casa Blanca repletos de camiones de bomberos, puedes dar por seguro que no han “alquilado” el lugar para rodar, sino que todo está colocado por ordenador. Sin embargo otros cantan demasiado, como cuando vemos a Angelina Jolie saltar sobre los techos de varios camiones en marcha y la escena sólo transmite vergüenza ajena.
Por otro lado la historia no tiene por dónde cogerse, ya que los personajes llevan a cabo sus tareas orquestadas sin razón alguna (imposible entrar en esto sin spoilers, claro); “el malo” se ve venir desde treinta minutos antes y en la escena final sólo puedes preguntarte cómo ha llegado hasta allí sin ningún permiso de acceso. Y como esa pregunta otra decena durante todo el metraje. Sin entrar en esos espoilers, sólo sabiendo que la duda de la película es averiguar si la protagonista está en un bando o en otro, hay cierto punto a mitad del metraje (el barco) a partir del cual ya no tiene sentido que haga absolutamente nada de lo que hace tanto si está de un lado como si está del otro. ¿Por qué continúa la película?
G.I.Joe (G.I.Joe: The rise of Cobra, 2009) revisionado
Ya hablé de ella en su momento, cuando la vi en cine, y me sigue gustando. Un poco menos que antes, eso es cierto, ya que la primera media hora es excesiva y no tiene mucho sentido, pero después se endereza y tiene su gracia como película de entretenimiento. Y no recordaba que el final era un exageradísimo “continuará”. Si hacen una segunda parte yo iré a verla.
Mi vecino Totoro (Tonari to Totoro, 1988) revisionado
Preciosa. Sigue siendo una de las mejores películas de la historia (no sólo del cine de animación, sino del cine en general), y es tremendamente emotiva.
El castillo ambulante (Hauru no ugoku shiro, 2004) revisionado
En la línea habitual del Studio Ghibli, pero un peldaño por debajo de la anterior, aunque sólo sea porque el tono fantástico que está tan bien contenido en Totoro aquí quizá se desborda hacia el final de la película. En Totoro, la relación entre el mundo real y el fantástico queda perfectamente definida, y el mensaje es sencillo de entender, mientras que el castillo de Howl y todo su mundo es ya fantástico de por sí y no queda tan claro el fondo argumental del asunto.
Susurros del corazón (Mimi wo sumaseba, 1995) revisionado
Una obra menos conocida del Studio Ghibli, quizá por estar dirigida por Yoshifumi Kondo y no por Hayao Miyazaki, como las obras mayores del estudio. Muy recomendable, excepcionalmente bien animada y con esa buena relación entre el mundo real de los dos protagonistas, estudiantes de instituto, y el mundo fantástico de su imaginación. Sencillamente deliciosa, a mi parecer.
Text and email are polite invitations to a conversation. They happen at the speed and leisure of both the sender and the receiver. In stark contrast, when you get a phone call, it’s almost always a convenient time for the caller and a bad time for the recipient, who I refer to as the “victim” because I insist on accuracy. My philosophy is that every phone conversation has a loser.
Scott Adams (el Scott Adams de Dilbert).
Vía Listonauta.
Por Justin Van Genderen.
Lo estaba escribiendo para una lista de correo en la que participo, pero me ha parecido que tenía más sentido aquí. Supongo que es una forma de demostrar que sólo es mi opinión, y no una forma de intentar imponer dicha opinión al resto de participantes de la lista de correo.
Action Script (el lenguaje de programación de la plataforma flash) nunca se ha podido utilizar para desarrollar sobre iPhone, ni como web ni como aplicación nativa, así que no creo que nadie haya perdido su tiempo ni haya sido engañado.
Razones por las que esto, además, tiene sentido:
Querer desarrollar utilizando Action Script para un móvil demuestra un desconocimiento muy grande en los campos de desarrollo móvil y de economía básica, teniendo en cuenta que el porcentaje de navegación por Internet sobre iPhone viene a ser casi tan grande como la suma de todas las demás marcas y modelos del mercado juntos.
Vamos, que esto es como protestar porque no puedo utilizar Haskell para desarrollar sobre un teléfono de HTC. Nadie lo hace porque Haskell es un lenguaje que no le añadiría nada al teléfono y porque como a HTC no le reportaría ningún beneficio nadie considera que “deba” hacerlo. Pero no es HTC, es Apple.
Así ya no tengo que escribir lo mismo cada vez que hable con alguien del mismo tema (que ya han sido muchas). Puedo proporcionar sólo un enlace y así ahorro tiempo.
Dicen que hay trenes que sólo pasan una vez en la vida. Se les olvida decir que hay autobuses cada quince minutos.
Javier Malonda en El sentido de la vida. Algunas frases merecen ser enmarcadas.
Según el nuevo sistema Priority Inbox del servicio de correo de Google, GMail, sólo existen dos tipos de conversaciones: las prioritarias, y las irrelevantes. No sé si sorprenderme o si pensar que tienen razón y empezar a valorar todo el universo según estas dos únicas categorías. De hecho no sé si incluso ya lo vengo haciendo de antes…
Por segunda vez en lo que va de año (una por contrato/empleador) la gestoría encargada de preparar mis nóminas ha tomado decisiones erróneas, y me ha supuesto retenciones menores de lo que debían ser. La declaración del año que viene va a ser divertida. En este último caso les envié un e-mail explicándoles que, por favor, me lo cambiaran por el porcentaje que teóricamente “me tocaría”. Su respuesta, lejos de ser un “hemos cometido un error” era un (resumiendo): ha sido cosa del programa, que supone que no trabajas en el resto del año y este dinero es el único que vas a cobrar, maldito sintecho, soluciónalo con tu propia empresa. He escrito este e-mail de respuesta:
Teniendo en cuenta que ha sido una decisión tomada por “la gestoría” (como ente abstracto), no entiendo muy bien el proceso por el cual la culpa pasa a ser de “el programa” (como software que parece ser que puede tomar sus propias decisiones, habría que llamar a la prensa de inmediato) y la solución pasa a recaer sobre mí, que no he tenido nada que ver en este proceso de toma de decisiones ni he sido preguntado de inicio sobre cuál era la retención que deseaba.
El género humano en ocasiones me sorprende por su constante capacidad para echar balones fuera.
Al final lo he descartado sin enviar, en un insospechado arrebato de madurez por mi parte. Intentaré gestionarlo con mi propia empresa.