Me hacía gracia el título de la entrada, qué se le va a hacer.
Desde las 6 de la tarde hasta las 4:30 de la mañana, que es lo que me ha llevado hacer un dichoso juego de Piedra, Papel, Tijeras utilizando el lenguaje Haskell. Es un lenguaje funcional (o declarativo, tanto da) y, si no os suena el concepto, no sabéis lo afortunados que sois. Una vez que la mente se hace al concepto de programación estructurada, orientada a objetos o cualquier paradigma imperativo similar (algunos han dejado de leer ya) me da la impresión de que es imposible entender siquiera qué se está haciendo en este invento de Satanás con nombre de matemático.
Las librerías ya no manejan algunas cosas como aún pone en los manuales, los números aleatorios no funcionaban bien porque estaba inicializando mal el generador (y aún no las tengo todas conmigo) y un largo etcétera de pequeños problemas que han alargado algo que debería haber sido mucho más fácil.
Es igual… última práctica de la última asignatura entregada. Alea Jacta Est. Y mañana entraré a trabajar habiendo dormido menos de tres horas. No se por qué tengo conciencia, porque si no la tuviera me pondría enfermo y no podría ir al trabajo.
Y no sé si alguien, cuando mañana (o más adelante) se ponga a leer esto, se va a llegar a imaginar lo increíblemente vacío que me siento ahora mismo. Si es que tanto esfuerzo para algo que no le importa a nadie no merece la pena.
Es la vida del informático, hacemos cosas que nadie comprende, nadie valora… y que a nadie importan.