Aunque lo celebro con retraso, he recordado que el 26 de Julio esta página cumplió tres años online. Desde el primer ¡Hola mundo! no he hecho más que decir las mismas tonterías. Revisando algunos posts del primer mes he visto que los mismos temas que me preocupan hoy mismo ya me preocupaban entonces… y eso no me deja en muy buen lugar porque quiere decir que nunca he hecho nada por solucionarlos (ni lo haré, seguramente).
Desde entonces he escrito 816 entradas almacenadas en 28 categorías distintas, he recibido poco más de dos mil comentarios (sin contar spam, obviamente), he perdido más horas de las que debería haber perdido, me he planteado dejar el blog en al menos media docena de ocasiones porque no va a ninguna parte, he pensado en rehacer el diseño un par de veces (aunque el original me gusta), y… sigue habiendo gastado más dinero del que ha ingresado por publicidad.
Y básicamente todo sigue siendo igual. Tres años después he tenido varios trabajos, dos mudanzas (la última con mi pareja), coche y moto nuevas, he visitado un par de países y ha llegado una crisis del capitalismo (¡ja!). Pero lo cierto es que pocas cosas cambian.
¿Por qué sigo entonces escribiendo aquí? Hay dos razones principales: la primera es que, generalmente, la gente no te escucha. No creo que sea algo ni bueno ni malo, simplemente ocurre. Quedas con tus amigos o tu familia, se juntan media docena de personas y la verdad es que es imposible terminar nunca una conversación porque los temas fluyen de una cosa a otra incesantemente. Y yo tengo tanta culpa como el que más, porque tampoco escucho demasiado. Como utilizo mi nombre real y mis conocidos (todos o casi todos) leen esta página, así me aseguro de que me escuchan cuando tengo algo de qué hablar, y la siguiente vez que nos veamos se puede ir al tema concreto con más información.
La segunda razón es que me gusta perder el tiempo escribiendo, sea de lo que sea… pero como no tengo ningún lugar en el que hacerlo, bien sea un tema serio o no, me entretengo haciéndolo aquí, mayoritariamente sobre la primera estupidez que capte mi volátil atención durante unos segundos. Que hoy ha sido el aniversario del blog, aunque ya estoy pensando en otra cosa: síndrome de déficit de atención.