Previously on neverbot:
Nuestro protagonista estaba manteniendo conversaciones bilaterales (¿puede una conversación no ser bilateral?) con una nueva empresa…
Mmmm, iba a escribir todo el post en ese tono hasta que me he dado cuenta de que estaba hablando de mí mismo en tercera persona, y eso ya me parece cachondeo. Tampoco hay mucho que contar, pero estoy aburridísimo en mi trabajo actual y aún me queda casi una hora de jornada, y en algo tengo que llenar el tiempo.
Los hechos objetivos: ya tengo firmado un precontrato, he avisado en mi trabajo actual y en unos 10 días me voy. Esto deja en la cifra récord de cuatro días el tiempo que he tardado en cumplir el primero de mis propósitos de este año (que era cambiar de trabajo; eso me recuerda que nunca convertí esa lista en un post… ya tengo algo más que hacer). Y digo cuatro días porque creo que fue el día cuatro cuando firmé el precontrato y ya estaba todo apalabrado.
Me voy a un trabajo a priori más interesante, más difícil (o eso parece), donde voy a ganar más dinero y voy a tener mejores condiciones laborales. Otro de los propósitos del año, que es ganar x mil euros al año (qué poco capitalista soy), probablemente se vea alcanzado en algún momento hacia los últimos meses del año. Y si no, no andará muy lejos (espero). La x no os importa, panda de cotillas.
Dejo atrás a un buen puñado de colegas con los que me llevo genial… pero si no me arriesgo a probar en un sitio nuevo ahora que soy joven, ¿cuándo lo voy a hacer? Además, como siempre dice un amigo mío: “Estamos predestinados a hacernos ricos, hay que asumirlo”.