Hablando sobre las posibilidades de comprar ciertos electrodomésticos nuevos o seminuevos (es decir, la diferencia entre que los monten en tu casa o tener que transportarlos tú mismo), y tratanto de resolver un problema no trivial:
[…] cuando te pueden “prestar” un día una furgoneta enorme tampoco es para tanto. El resto corre a cuenta de nuestros férreos músculos, aunque te advierto que una nevera pesa como una estrella de neutrones…
No se yo qué decisión tomaremos finalmente. Con lo bonito que es hacer palomitas para ver el espectáculo de cómo otros se parten la espalda para montarte los electrodomésticos…