Ummm… para intentar aprovechar la baja que tenía por culpa de la escayola, decidí hacer una visita al médico que ya venía posponiendo desde hace un tiempo: la extracción de las muelas del juicio. Así que simultaneando con los últimos días de dicha baja, iban a ir los de pasarlo un poco mal y estar pachucho por que te quiten dos dientes (tenían que hacerme varias cosas más, y ya más de dos muelas es excesivo).
Desgraciadamente por culpa de una infección en las encías y una cabeza del tamaño de un buque, combinados con unas muelas extra-sized, la operación fue un poco más complicada de lo que debía, y se acabó alargando varias horas hasta terminar con más puntos que un campeonato de liga.
La baja ha tenido que alargarse un poco, y he pasado casi una semana de mierda, con fiebre, mareos y sin poder comer, que ha resultado en perder cuatro kilos de peso. Y los que me conocen ya saben que perder más de cien gramos ya es algo que no debería permitirme. Que estoy delgado, vamos.
Pero ayer ya me quitaron los puntos, los músculos de la cara empiezan a desentumecerse y ya casi hasta hablo normal (o al menos como hacía antes, os ahorro el chiste). E incluso puedo mantener mi mente centrada en un mismo tema durante más de cinco minutos sin que se nuble por efecto de alguno de los analgésicos. Nota mental: no tomar nada efervescente y con sabor a limón cuando tienes heridas en la boca. Duele. Mucho.
Es de suponer que la lista interminable de posts que prometí irá llegando poco a poco, si me lo permiten mis otras obligaciones inmediatas: volver al trabajo despues de casi un mes, mi mudanza (¡ya tengo piso! Pisazo en realidad) y el tiempo que me quiten mis otras aficiones y mis otras necesidades.