Mañana es San Valentín. A quienes no les guste pueden celebrar la Lupercalia romana, que probablemente sea más divertido. Y si no vale con eso tampoco, hay muchos ritos y celebraciones que coinciden con el tiempo del año en que los pájaros comienzan a aparearse (el concepto “los pájaros” no va con segundas, por cierto).
Yo supongo que haré alguna tontería similar a la del año pasado, pero realmente voy a quedarme sin poder celebrarlo (y ya son unos pocos años así, habría que cambiar esta dinámica). No sé… supongo que existe la posibilidad remota de que mi teléfono suene un día de estos y pueda celebrarlo aunque sea fuera de fechas, quién sabe.