Crank: Veneno en la sangre (Crank) Mark Neveldine y Brian Taylor (2006)
A un tipo le meten una droga en el cuerpo. Para resumir, la única forma de impedir su muerte instantánea (o, al menos, alargar su vida lo máximo posible) es aumentar sus niveles de adrenalina. Constantemente. Así que todo vale, desde atravesar un centro comercial con un coche, darse a los placeres carnales en mitad de la calle, meterse en peleas y tiroteos, o robar epinefrina en un hospital.
O conducir una moto robada a un policía, haciendo equilibrios sobre el sillín (de pie sobre el sillín quiero decir), vestido únicamente con un camisón de hospital y con una erección permanente… recordad chicos y chicas, antes o después, las drogas pasan factura.
Es una colección de bizarrismo continuo, desde el primer minuto hasta el último. Lo cierto es que con esa premisa inicial podía haber salido algo mucho mejor, pero tampoco está mal. Jason Statham siempre mola.