… otro gallo nos cantaría.
Una consultora se puso en contacto conmigo por ciertas razones. La verdad es que no tengo mucho interés en entrar en el mercado de la consultoría, porque no es más que hacer software a medida para un cliente detrás de otro, sin espacio para la i en I+D, y sin desarrollar nada con lo que la empresa y los trabajadores puedan sentirse identificados e implicados. No me interesa y no es lo mío.
Pero hacer una entrevista es gratis y siempre puede servir para ver cómo está el mercado. Así que le dije que sí y me informó por e-mail de lo que íbamos a hacer. Me citaba a las ocho de la mañana (que generalmente aún ni ha sonado mi despertador a esa hora) en Telefónica I+D, para hacer una entrevista con el cliente. Es decir: la empresa es una consultora de recursos humanos a quien sólo intereso para revenderme a un cierto dinero por kilo de programador. No les voy a ver jamás, ellos no van a producir ningún bien para la humanidad y se van a llevar un porcentaje (asumo que grande) de dinero que podría ser mío.
Podemos puntualizar que estas labores bordean los límites de la legalidad, porque realmente estas tareas sólo las deberían poder realizar las empresas de trabajo temporal, pero I’m not a lawyer, so…
Me lo he estado pensando mejor y he decidido cancelar la entrevista, enviándoles este email:
Hola xxx,
tenemos concertada una entrevista para Telefónica I+D para mañana viernes, te escribo porque he estado pensando mejor lo que podéis ofrecerme y prefiero cancelar la entrevista. A estas alturas, con una cierta formación y experiencia, prefiero trabajar en compañías que desarrollen proyectos propios internos que ser tratado como un junior con el único objetivo de revenderme al mejor postor. Lo cierto es que si quisiera trabajar para Telefónica I+D me entrevistaría directamente con ellos y muy probablemente obtendría el trabajo. Siento cancelar la entrevista, pero ahora tengo más información sobre la empresa y las tareas que realiza, y no parece estar muy en consonancia con mis objetivos de futuro ni a corto ni largo plazo.
Con mis disculpas por el tiempo gastado (a la par que mi agradecimiento), un saludo,
Honestamente, es para este tipo de cosas para las que sí debería existir estas cosas son las únicas que se me ocurren para que exista algo como un colegio de ingenieros informáticos, para defender nuestros derechos ante actitudes empresariales como esta. Para eso y para que no haya titulados que estén aceptando sueldos y condiciones laborales muy por debajo de las condiciones de mercado, porque se creen lo que los caraduras de recursos humanos de algunas empresas les dicen. Hay quienes no tienen el carácter suficiente para saber cuándo decir que no a algo, y saber que hay muchas ofertas en la calle y muchos trabajos buenos esperando.
Actualizo: No, no es cierto. Eso no tiene nada que ver con un colegio oficial, sino que son temas puramente sindicales. Sí que sería interesante que existiera un convenio propio de informática, y que no estuviéramos metidos con calzador dentro de… ¿el siderometalúrgico? (ahora mismo no me acuerdo).
Aunque algo como un colegio oficial no lo vería del todo con malos ojos, lo cierto es que no veo la situación actual como un problema de “intrusismo” (siempre he creido más en la meritocracia que en la titulación oficial), sino como un problema de cultura empresarial, donde muchos directivos venidos de otros ramos creen que un técnico, un superior, un fp y un autodidacta valen para las mismas tareas. Cada uno de ellos hace (o puede hacer) unas cosas mejor que los otros, pero en teoría deberían ocuparse de distintas labores. Y al final es el curriculum personal el que atestigua si realmente alguien sabe hacer algo o no.
Opinión interesante sobre el tema, mucho más desarrollada que la mía, pero con la que estoy completamente de acuerdo, en la página de Ricardo Galli. Por si os apetece leer.