Ahora que está de moda rasgarse las vestiduras porque volvemos a los grandes tebeos de los 80, porque se edita un Before Watchmen, dicen algunos que clama al cielo que Neil Gaiman retome algo de su Sandman, y se nos olvida que esto ya se hizo. Varias veces.
En 1999, junto a Yoshitaka Amano, en Sandman: Cazadores de Sueños, readaptada a posteriori por Philip Craig Russell. Junto a este último y una serie de autores consagrados como Frank Quitely, Migelantxo Prado, Glenn Fabry, Bill Sienkiewicz o Milo Manara entre otros, se publicó en el décimo aniversario de la serie Sandman: Noches Eternas. Y ahora, al llegar el cuarto de siglo, se está trabajando en un nuevo tomo. Nada nuevo bajo el sol.
La afable Muerte, dibujada por Chris Bachalo
En la misma línea que estos añadidos a la historia original han ido apareciendo en paralelo multitud de spin-offs más o menos relacionados con el contenido original, como The Sandman Presents, Lucifer, The Dreaming y un largo etcétera que no me cabría en el artículo ni tengo ganas de investigar. Cabe reseñar las dos obras guionizadas por el mismo Gaiman y dibujadas principalmente por un idóneo Chris Bachalo sobre el personaje de Muerte, hermana de Morfeo, el protagonista de Sandman. Son estas Muerte: El alto coste de la vida (1993) y Muerte: Lo mejor de tu vida (1996).
En El alto coste de la vida nuestra Muerte adquiere cuerpo y vive un día entre los mortales, como hace una vez cada cien años para no olvidarse de muchas cosas que parecen importantes cuando tienes un trabajo como el suyo. Poco sucede en estas páginas, de cadencia lenta: algún personaje estrambótico, algún personaje cuerdo, algo de magia y la sensación de haber leído algo bonito, como ocurre siempre con los tebeos de Gaiman. Aquí los lápices vienen de un primerizo Bachalo, a quien ya se le entrevén los buenos detalles que tendrá algunos años después, todavía sin algunos de sus vicios más característicos. Perfecta elección de artista – característico por sus personajes de aspecto juvenil – para dibujar a la joven Muerte, siempre jovial y alegre, siempre con su media sonrisa.
Menos reseñable quizá es Lo mejor de tu vida, donde se retoman un par de personajes (muy) secundarios de la primera historia para narrar un pacto con Muerte a cambio de un poco más de tiempo, y las consecuencias que acarrea en forma de decisiones que deben ser tomadas. Se nota más madurez en el arte de Bachalo, aunque algunos lápices son del entintador habitual, Mark Buckingham, bajando el nivel general de la serie. Tiene la historia de Gaiman algunos destellos puntuales, pero la impresión final es que podría haberse hecho algo más con esta segunda miniserie.