Leo en Emperador de los helados:
[…] se está perpetuando la idea (peligrosa) de que la ficción está obligada a contentarnos, a darnos lo que creemos que necesitamos. Si algo ha caracterizado a Lost desde el mismo principio es su capacidad para no darnos aquello que esperábamos, sino algo que suponga un desafío para nuestra posición como espectadores. Eso, y no otra cosa, es lo que entendemos por narrativa del futuro. Sin embargo, la cuestión fundamental es que vamos a tener que enfrentarnos a un buen montón de fans mezquinos, incapaces de valorar en su justa medida el estimulante y sinuoso camino que ha sido Lost solo porque la meta no hizo justicia a “su” teoría favorita.
No puedo estar más de acuerdo. De hecho yo veo su apuesta y subo un poco más: no sólo creo que no va a contentar a la mayoría, creo que no contentará a nadie. La máxima gloria de Perdidos estaría en terminar un capítulo antes de lo anunciado… y nunca emitir un inexistente episodio fantasma final, donde se hubiese prometido explicarlo absolutamente todo.
Eso sí que sería un final espectacular.